Presencia

No llores la ausencia con motivo de su partida. Se fuerte Intentando ocupar su lugar. Vistiendo toda esa ropa que un día te regaló. Escuchando todos esos discos que ya creísteis olvidados. Con cada una de sus letras que cientos de veces juntos tarareabais.

Tratando de deslizarte a través de la memoria del recuerdo por todos y cada uno de esos planes futuros que mutuamente prometíais cumplir, en lugar de lamentar su partida.

Desempolvando tantos instantes ahora presos en los cajones del olvido. Haciendo lo imposible por evitar instalarte entre el enfado y la amargura.

Explorando cada uno de sus rincones, esos que aún desprenden emociones, como impregnados de su eterna presencia.

Disfrutando de sus aromas. Aquellos que tantas veces te permitieron evadirte del mundanal ruido, de los problemas diarios. Esos que te hacían sentir que soñabas mientras aún te mantenías despierta a su lado.

Intentando explorar nuevas metas y horizontes a través del ventanal, vuestro ventanal. Tantas veces empañado como fiel testigo de vuestra pasión. Dejándote llevar nuevamente por aquella, la imaginación de su mente mientras te conducía a un sinfín de lugares aún desconocidos para ti.

Obligándote a ti misma a abrir sus armarios cerrados. Dejando todo su colorido al descubierto. Como si de nuevo quisiese brotar ese optimismo tan suyo de la mano de su llamativo atuendo, oculto tras de sí en cada una de sus viejas prendas.

Evitando así condenarlos al cruel abandono instalado en el inevitable paso del tiempo consiguiendo poner de manifiesto todo ese esplendor de mejores días pasados.

Revelando todas aquellas fotografías condenadas al olvido en el incierto futuro tras su partida. Haciendo que vuelvan a la luz de la mano de su eterna sonrisa tantos recuerdos felices ahora ya relegados.

Descorchando cualquiera de las botellas apiladas en el viejo botellero que un día para él tu restauraste. Brindando por cada uno de vuestros nuevos comienzos sin mirar atrás, como si aún permaneciese a tu lado. Volviendo a leer aquellos libros de poemas que a tus oídos en más de una ocasión, en vuestras noches de insomnio, el recitaba.

Para poder volar de la mano de todos esos sueños que un día planeabais cumplir. Manteniendo viva esa llama que alimentaba el fuego de vuestra pasión en lugar de limitarte a recoger las cenizas del pasado.

Recuerda que nunca volverá, pero siempre a tu lado estará tratando de paliar ese vacío que inevitablemente dejó.

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