Nostalgia

Paseando por las calles de la memoria y aún con los vivos recuerdos de infancia golpeando la cara. Invadido por la brisa fría de la mañana con cegadores destellos del pasado, mientras camina entre tantos lugares plagados de recuerdos. Aparecen sentimientos encontrados al doblar de cada esquina ya por el paso del tiempo derruidas.

Al pisar en cada grieta imperturbable al paso de los años y olvido de sus gentes. De cada pared desconchada por la erosión de los vientos de cambio. Esos que aparecieron sin preguntar llevándose consigo el bullicio y crepitar de sus gentes dejando paso simplemente al olvido, la frustración y abandono como únicos huéspedes diarios.

Mientras recorre los abruptos callejones entre rincones vacíos sintiendo todo un vaivén de viejas emociones dejando al descubierto antiguas heridas nunca cicatrizadas, a pesar del inevitable paso del tiempo. A través de tantos lugares ahora desiertos. Sin evitar pensar en el crepitar de sus gentes pasadas, así como el bullicio de la infancia e ilusiones de la juventud, no tantos años atrás presentes. Y que ahora parecen como borrados por el inexorable paso del tiempo.

Tratando de evadirse poniendo distancia de por medio no puede evitar mostrarse pensativo y cabizbajo al caminar entre los fríos mármoles de la despedida, al cobijo de las sombras del olvido proyectándose sobre la tierra baldía. Junto al olmo centenario presa del abandono y el ya también marchito almendro. Al otro lado de la vieja pared junto al olvido.

Adentrándose en esos devastados parajes entre la penumbra y la frustración. Aún con antiguos demonios en la cabeza cual aullidos de lobo solitario atemorizándole entre la más oscura de las tormentas.

Siendo víctima de todos esos llantos quebrados que anidan en su mente llegando para quedarse hasta el punto de atormentar su ya de por si maltrecho recorrido por el pasado.

Aferrándose a la memoria del recuerdo y creyendo sentirse arropado por el arrullo de las aguas del ahora apenas existente cauce al pasar sin mirar atrás. Habiendo dejado tantas ilusiones rotas por el camino arrastradas entre lodos y sedimentos del presente desconcierto como fruto de la actual dejadez.

Sin poder evitar deambular entre los recuerdos prosigue su lento y apagado caminar, intentando sortear viejas lesiones entre los todavía frondosos caminos plagados de tantas falsas esperanza hasta llegar a vislumbrar desde lontananza, los vestigios de lo que un día fue su casa, sus gentes su todo. En definitiva, su hogar.

Dándose cuenta de que, en demasiadas ocasiones, cuando una puerta se cierra, ya nunca se abre. Dejando paso únicamente a la nostalgia de vidas pasadas y momentos mejores.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Powered by WordPress.com. Tema: Baskerville 2 por Anders Noren.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: